Si bien para algunas parejas el embarazo es una cuestión rápida y fácil, para otras puede llegar a resultar más complejo. En ocasiones existen problemas orgánicos como por ejemplo, la obstrucción de una trompa de Falopio en la mujer o la baja o nula cantidad de espermatozoides en el hombre. Estos problemas requerirán la ayuda y la intervención de un especialista y probablemente algún tratamiento de mediana o alta complejidad. Para otras parejas, las razones de la infertilidad son mucho más difíciles de definir, si bien sabemos que algo no anda bien, no podemos detectar el motivo tan fácilmente.
En algunas ocasiones estas situaciones de esterilidad se vinculan a alteraciones hormonales o genéticas, pero también está comprobado que desempeñan un papel importante el estilo de vida y la dieta de los miembros de la pareja. En el momento en que se plantee un embarazo hay que disminuir los niveles de estrés y modificar algunos hábitos alimenticios
Las alteraciones de la alimentación son una de las causas más comunes de la irregularidad del ciclo menstrual y de los ciclos anovulatorios.
El Instituto Extremeño de Reproducción Asistida (IERA), englobado en el grupo Quirón Salud, va a liderar el proyecto ‘Reprobeb’ que tiene como objetivo desarrollar alimentos funcionales, en formato de bebidas, para mejorar la fertilidad.
Entre los suplementos que se estudiarán destaca el ácido fólico, el yodo y los ácidos grasos Omega-3, por su repercusión en el caso de la mujer, así como moléculas como el coenzima Q10, la vitamina E, el zinc y el selenio en el caso del hombre. Además de estos compuestos, en el proyecto se analizará el efecto de la suplementación de los alimentos con nuevos componentes que se ha demostrado recientemente tienen una incidencia positiva en la fecundación, desarrollo embrionario e implantación. Hay que destacar que en el proyecto se incluyen ensayos de experimentación en animales de laboratorio y estudios observacionales en parejas infértiles.
Hay alimentos que pueden llegar a mejorar la fertilidad:
• Comer más grasas monoinsaturadas (como el aceite de oliva) y menos grasas trans (menos como la que se encuentra en muchos productos de panadería o comida rápida).
• El aumento de la ingesta de proteínas vegetales (como la soja), mientras que la reducción de proteína animal (como carne roja).
• Comer más fibra alto, bajo índice glicémico – como los granos enteros, verduras y algunas frutas, mientras que la reducción de la ingesta de carbohidratos refinados y azúcares.
• El consumo de cantidades moderadas de productos lácteos altos en grasa – como el helado, la leche entera y queso.
Mantener un peso saludable es otra forma de mejorar su fertilidad. Los estudios demuestran que el tener o bien un muy bajo o muy alto IMC (índice de masa corporal) interrumpe la ovulación y también puede afectar la producción de importantes hormonas reproductivas.