España es uno de los destinos preferidos para miles de mujeres europeas que demandan técnicas de reproducción asistida prohibidas o difíciles de obtener en sus países. La donación de óvulos está prohibida en países comunitarios como Alemania, Austria, Suiza e Italia; y es considerada un procedimiento peligroso para la salud de las donantes en Dinamarca y Suecia, donde sólo se permite emplear gametos sobrantes de pacientes que se sometan a una fecundación in vitro por necesidades propias. En cambio, la donación anónima está permitida en España y en otros países europeos, aunque con grandes diferencias en su regulación.
El número de donaciones ha ido creciendo de forma exponencial. Ante la presión ejercida por una demanda creciente, las clínicas privadas han optado por reclutar a las donantes ofreciéndoles una sustanciosa compensación que oscila entre los 700 y los 1.000 euros. En cambio, los hospitales públicos que no pueden pagar estas cantidades a sus potenciales donantes, emplean óvulos sobrantes de ciclos de fecundación in vitro, o bien han optado por ofrecer una mejora en la lista de espera a las pacientes que aporten una donante. En cualquier caso, la compensación ofrecida a las voluntarias ha sido un reclamo lo suficientemente importante como para que las clínicas privadas estén mucho mejor provistas de óvulos que las públicas.
El perfil de la donante de óvulos es una mujer soltera, de unos 25 años, con estudios medios o altos y en general de la rama sanitaria: medicina, enfermería o farmacia. El de la receptora una mujer de unos 40 años, con un nivel alto de educación, implicada en su carrera profesional y en muchos casos sin pareja. Tal y como explica el doctor de la Fuente «las mujeres que recurren a donación de ovocitos tienen problemas de infertilidad. En muchas ocasiones, se debe a que presentan una reserva ovárica disminuida o unos óvulos de mala calidad, algo muchas veces asociado a la edad.
Al contrario de lo que está ocurriendo con la donación de esperma, la crisis económica no ha supuesto un incremento en el número de donaciones de óvulos en España. «La única variación que se produce responde a las épocas del año. La donación aumenta en los meses que no coincide con los exámenes. Aunque esta práctica está compensada económicamente, las propias donantes aseguran que no lo hacen por este motivo