Tengamos la edad que tengamos podemos tener un cerebro sano. Es tan importante mantener la salud celebrar como mantener nuestra salud dental o cardiovascular.
Para ello, no hay que esperar fórmulas mágicas, sino seguir siempre unas claves cotidianas que están al alcance de todos.
Igual que se mantiene el cuerpo en forma, se puede cuidar el cerebro. Prevenir posteriores males, aunque también envejezca. Los cambios en este órgano suelen ser sutiles. Pasados los 30 años, ya se puede tener algún despiste, un nombre que no se recuerda. A los 40, se comienza a ser consciente de que se está perdiendo agilidad mental, y a los 50 es una constatación.
Conforme avanzan los años, la persona experimenta cada vez más a menudo esa molesta sensación de tener algo en la punta de la lengua sin conseguir decirlo. Y eso que antes se sabía de memoria los cumpleaños de la familia y los amigos; incluso los teléfonos; ahora, o te los apuntas o nada.
Hoy en día después de numerosos estudios podemos asegurar que el cerebro es plástico y conserva su maleabilidad durante toda la vida, una cualidad única de los seres humanos que nos permite aprender desde que nacemos hasta que morimos.
La salud mental es importante para el bienestar psíquico del ser humano, ya que sin esta, se pueden presentar trastornos que provoquen un desequilibrio importante en su desarrollo que no le permita una adaptación adecuada con su medio ambiente, por lo que es importante llevar a cabo un buen tratamiento a los diferentes niveles de intervención, específicamente la prevención en niños, ya que sin este se podría desarrollar un trastorno mental agudo.
Si tenemos una buena salud mental podremos ser personas contribuyentes no solo a nuestra vida y felicidad, sino a la de los demás y sentiremos que somos capaces de todo. La salud física es muy importante pero va de la mano con la salud mental.