Si tenemos algún tipo de problema cutáneo o sensibilidad especial al sol, debemos estar atentos a los cuidados obligatorios en la exposición solar. Además es recomendable que los niños acudan una vez al año como mínimo a un dermatologo pediatrico que nos orientará sobre los cuidados que mejor le convienen.
Según el tipo de piel que tengas deberás seguir estos consejos:
Piel seca: el sol la reseca más todavía por lo que la descamación o las irritaciones se agravarán aún más. Para elegir la crema más adecuada ten en cuenta que debe ser untuosa y que contenga activos nutritivos e hidratantes además de un factor protector no inferior a 40. Es conveniente que tras la exposición solar apliques aceite nutritivo o crema hidratante dos veces al día, evitar el agua caliente en la ducha y usar un gel neutro y sin parabenos.
Piel sensible: El sol y los baños en el mar o la piscina erosionan su protección natural y las molestias se multiplican. La crema solar debe ser con un filtro protector mínimo de 40 y ser específica para pieles sensibles o que sean filtros físicos, que son menos irritantes que los químicos. Para evitar las quemaduras del sol conviene tomarlo de forma gradual y la cosmética que uses debe ser lo más natural posible, que no contenga conservantes, alcoholes ni perfumes. Conviene evitar los productos exfoliantes que contengan gránulos o ácidos en su composición (retinol, alfa-hidroxiácidos, etc) ya que pueden irritar la capa córnea.
Pieles grasas o con problemas de queratosis seborreica: Los baños de mar te ayudarán a acabar con las impurezas típicas de este tipo de piel. El calor sin embargo estimula la glándula sebácea por lo que la exposición prolongada al sol puede hacer aparecer granitos y zonas brillantes sobretodo en la cara. Las cremas que se recomiendan deben ser lo menos grasas posibles, existen en el mercado multitud de lociones y sprays que resultan muy cómodos de aplicar y no dejan residuos. Nunca se debe tomar el sol sin filtros por lo que un factor 30 o 40 será lo recomendado. Posteriormente se recomienda usar geles neutros en la ducha y usar el agua lo más fría posible ya que contribuye a cerrar el poro y evitar los temidos puntos negros.
Precauciones que debes tener en cuenta y que empeoran con el sol :
1) Las cicatrices y heridas recientes oscurecen de forma permanente por lo que no es recomendable que les de el sol hasta al menos un año.
2) Herpes simple labial: las personas que tienen este virus latente en su organismo deberían evitar la exposición directa ya que es uno de los motivos de que aparezca de nuevo.
3) Lentigo solar: Se trata de manchas marrones que aparecen en personas que han tomado el sol en exceso a lo largo de su vida. Se recomienda usar filtro 50 durante todo el año.
4) Melasma solar: es la aparición de zonas oscuras en la piel como consecuencia de la acción de las hormonas femeninas. Es muy habitual en mujeres embarazadas y cuando se toman hormonas. El sol activa todavía más la producción de melanina por lo que es recomendable no tomarlo.
No todo son alertas con el sol y es que existen algunas dolencias que mejoran con el sol:
Dermatitis atópica: El sol combinado con agua de mar puede mejorarla en algunos casos. Se aconseja exponerse directamente de forma moderada unos 20 minutos al día.
Psoriasis: Los ambientes secos y calurosos mejoran esta dolencia y las exposiciones controladas al sol durante un máximo de 20 minutos alivian los síntomas.
Acné: Su efecto es beneficioso a corto plazo ya que reseca y reduce la aparición de granitos pero no es conveniente abusar porque puede haber un efecto rebote y resurgir con más virulencia.