A la reproducción asistida se la define como un conjunto de técnicas para tratar la infertilidad. Años atrás, ya que la medicina no estaba tan avanzada como en la actualidad, aquellos quienes padecían problemas para poder tener hijos no podían tener la oportunidad de solucionarlo.
En los tiempos que corren, tenemos la suerte de tener una tecnología bien equipada y avanzada, por lo tanto, pueden producirse mejores cambios en el ámbito de la reproducción asistida.
Hay varios tipos de reproducción asistida, como pueden ser:
- Inseminación artificial. Se trata en la selección y colocación de los espermatozoides en el útero.
- Inseminación intrauterina. Consiste en introducir el semen del hombre en el útero de la mujer a través de una cánula para después estimular la ovulación.
- Estimulación ovárica. Consiste en establecer un tratamiento hormonal para estimular la producción de óvulos y así conseguir la gestación mediante los encuentros sexuales, que deben ser planeados por la pareja.
- Fertilización in vitro. Se han de seguir varios pasos, primero de todo obtener óvulos maduros; escoger el momento adecuado para aspirarlos; procesar y obtener el semen con más calidad; fecundar el óvulo u óvulos maduros con el semen de alta calidad en un laboratorio; los huevos fecundados se convertirán en embriones y por último implantarlos finalmente en el útero o trompas de falopio.
- Fertilización in vitro con ovocitos donantes. Cuando la mujer que desea quedarse embarazada no produce óvulos se puede recurrir a la fertilización in vitro, siguiendo los mismos pasos que en la anterior.
- Inyección intracitoplasmática de espermatozoides. Cuando un hombre tiene un problema de fertilidad o una mujer sin pareja desea ser madre puede recurrir a este método que consiste en inyectar el esperma de un donante directamente en el óvulo de la paciente.
Nos encontramos en una sociedad en la que no solo hay parejas que no pueden ser padres de manera natural, si no que se le añade el hecho de ser serpositivo (VIH). Aunque esto parezca un problema, ya no lo es, gracias a los nuevos avances tecnológicos, como el centro de reproducción asistida para pacientes con VIH. En Europa se estima un 0,3% en adultos con VIH, el cual, el 75% oscila entre los 20 y 40 años.
Uno de los tratamientos que pueden realizarse a parejas con VIH es la Inseminación intrauterina utilizando espermatozoides «lavados». El semen consta de tres partes: plasma seminal, espermatozoides y un conjunto de células no espermáticas. Este tratamiento consiste en hacer un lavado de los espermatozoides para tal de minimizar el riesgo de transmisión del VIH, aunque donde realmente se han encontrado restos de genoma viril ha sido en el plasma seminal. Con este proceso se ha conseguido que parejas con ganas de formar una familia, cuando antes les era imposible, al fin han hecho realidad aquello que deseaban, ser padres.
Reiterándonos en lo dicho anteriormente, hoy día ser seropositivo, no es un impedimento a la hora de ser padres, por lo tanto la reproducción asistida y el VIH son compatibles.