La última gran sensación en el mundo tecnológico ha sido la presentación por parte del todo poderoso Google de sus Google Glass. De esta manera, quedan atrás los simples smartphone o los wearables (como los relojes inteligentes). Google Glass va más allá. Se trata de un dispositivo de realidad aumentada que pretende mostrar la información disponible en nuestro smartphone sin necesidad de utilizar las manos, además de poder navegar por Internet mediante comandos de voz.
Las Google Glas funcionan bajo el sistema operativo Android, así pues, sus aplicaciones son desarrolladas por terceros, lo cual indica que pueden crearse infinidad de éstas que aporten valor para cada tipo de usuario.
Pero lo que nos preguntamos hoy es si un dispositivo como éste puede ayudar a los ciudadanos de a pie a mejorar su salud. Si realmente puede ser útil en la consulta del médico o en un quirófano. La respuesta es clara: sí.
En junio de 2013, el doctor Pedro Guillen, jefe del Servicio de Traumatología de la Clínica CEMTRO en Madrid, utilizó unas Google Glass para retransmitir una operación en directo. Así pues, esta tecnología permite la difusión de cont
enidos de gran valor e interés para muchos, por ejemplo para estudiantes de medicina.
Por otra parte, los usuarios, pacientes y enfermos de las Google Glass también podrían beneficiarse de toda la tecnología que concentran estas gafas. Sin ir más lejos, se podría acceder a información de determinados productos, e incluso, si se combina con los sensores adecuados, podría hacerse un seguimiento de la presión arterial o el nivel de azúcar, sin necesidad de salir de casa.
Recientemente, la American Chemical Society, reconocida sociedad científica que apoya la investigación en materias de química, publicó un estudio donde informaba y vaticinaba el importante papel social que podría tener el dispositivo creado por Google. Según este estudio, las Google Glass podrían salvar vidas a través de una aplicación muy sencilla que consiste en recolectar información médica de los usuarios y conseguir un diagnóstico fiable de manera rápida y efectiva. Además, si el uso de esta tecnología se extendiera a la mayoría, sería posible para los investigadores predecir epidemias o enfermedades.
Queda demostrado el importante papel que juega la tecnología en nuestras vidas, cómo una innovación así pone en nuestras manos las herramientas necesarias para controlar nuestra salud y, quien sabe en un futuro, ayudar a mejorar el mundo.