Tener una boca cuidada es fundamental, entre otras razones, porque el 45% de las personas se fijan primero en la sonrisa en personas de sexo opuesto. Así que quienes quieran causar una buena primera impresión pide cita a tu odontólogo para obtener un buen asesoramiento ya que cada caso requiere un tratamiento diferente.
Por eso es muy común cada día mas ver a persona de todas las edades con ortodoncia. La ortodoncia se encarga de realizar una correcta alineación de los dientes, no sólo con fines estéticos, sino también de salud bucal. Una mala colocación de las piezas dentales puede dar lugar a una maloclusión, por lo que es importante corregirla a tiempo para evitar problemas mayores. Atrás quedan los niños con aquellos aparatos metálicos que arruinaban su infancia. Hoy en día las técnicas en ortodoncia han evolucionado y ganan en discreción y efectividad incluso en precio.
La Ortodoncia fija tradicional. Se basa en brackets metálicos. Arcadas de acero se sujetan a los dientes mediante piezas de acero inoxidable, que el ortodoncista en las sucesivas visitas va manipulando con tal de forzar a los dientes para corregir su posición. Es el sistema más extendido en el campo de la ortodoncia por su gran eficacia en todo tipo de casos y su precio económico.
Ortodoncia invisible. Se trata de una ortodoncia que pasa totalmente desapercibida, por eso cada vez son más los adultos que se deciden por ella, tanto si tienen algún problema bucal, como si lo que buscan es resolver un simple problema estético.
Los brackets linguales van pegados en la cara interna de los dientes. Permiten un excelente control del movimiento dental y no afectan al hablar ni interfieren en la vida diaria. Se trata en cualquier caso de una ortodoncia muy cómoda porque es fija y no se nota.
Alienadores invisibles. Son fundas de plástico que se colocan en los dientes provocando el movimiento al lugar deseado. En raras ocasiones se producen rozamiento o llagas. Este tipo de aparatos permite quitarte lo durante las comidas, pero requiere una mayor responsabilidad al respecto, ya que la falta de constancia retrasaría el proceso y aumentaría el coste del tratamiento.